Dirección general: Miguel Ángel Barrera
¿A quién de por aquí le gusta ir a ver el box, o la lucha libre o ver las increíbles peleas que suceden GOT? ¿Y si todo esto lo pudiéramos ver en el teatro? Pues sí, en el teatro todo es posible y en esta ocasión hablaremos de la XI presentación de la Noche de combate, una noche que con las armas en alto nos hace gritar, reír y aplaudir la furia de los guerreros que se suben a pelear al escenario.
Este año la Noche de combate se unificó temáticamente, siendo el hilo conductor, nada más y nada menos, que, el maestro de las muertes trágicas: Shakespeare. Un ambiente medieval acompañado de armas, caballos, vestuarios de época, fantasmas y brujería nos envolvió haciéndonos cómplices de la violencia y la gallardía.
A lo largo de la noche vimos 10 diferentes escenas que nos mostraron distintas versiones, adaptaciones y opiniones de la infinidad de escenas del afamado dramaturgo inglés. Algunas respetaron los textos e historias tal cual son, otras se adaptaron a una época en específico y otras hicieron su propia versión de la historia. Entre las escenas pudimos ver fragmentos de obras como Romeo y Julieta, Macbeth, el Rey Lear, Enrique IV, Enrique VI, entre otras.
Sin duda, algunas escenas tienen un mejor desarrollo que otras, pues para que una escena de combate escénico funcione, debe haber precisión, energía y dirección en la forma de ejecutar los golpes, sea con armas o a cuerpo a cuerpo. Además de que el ritmo de la escena no debe dejar ver que los golpes están coreografiados, sino que es una pelea de verdad, pues por mucho que sepamos que vamos a ir al teatro a ver ficción, no nos gusta verle el cierre al monstruo. Además de toda la presteza corporal que necesita el combate escénico, hay que sumarle la complejidad de los textos de Shakespeare, ya que comprender y comunicar los textos en verso (aunque no todas las escenas lo hicieron) no es tarea fácil, ya que, si no se hace de manera correcta, puede llegar a ser aburrido y no entenderse. Para hacer más amenas las transiciones entre escena y escena, Los Weros Teatro hicieron algunas intervenciones cómicas que tenían que ver con la época y el contexto de Hamlet, otro de los grandes clásicos del autor.
Si bien es interesante presenciar escenas de traiciones y matanzas, como el buen Shakespeare lo hacía con maestría, la comicidad también funciona muy bien en las escenas de combate, ya que nos ayuda a quitarle la solemnidad a la violencia y nos hace libres ante la satisfacción que nos da ver el sufrimiento del otro.
Algo que es característico de la Noche de combate es que es un espectáculo que ha llegado a reunir a casi todas las escuelas de actuación de México. Este año se hicieron presentes a través de las armas y los golpes el CUT, el CEFAT, Casa del Teatro, la Academia de arte de Florencia, la ENAT y CasAzul. Si bien, exalumnos de estas escuelas son los que ejecutan las escenas del espectáculo, el respectivo tercer año del CUT es el anfitrión de esta noche.
La Noche de combate sucede anualmente por los meses de marzo y abril. Este año se llevó a cabo en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, en el Teatro Salvador Novo de la ENAT, en la sala Miguel Covarrubias del CCU de la UNAM, y en el Auditorio Alfredo Harp Helú en Ciudad Nezahualcóyotl. Y aunque hay pocas funciones es un espectáculo que vale la pena cazar, pues se vive una noche llena de adrenalina que nos deja darle espacio a la violencia de manera controlada, pero no por eso menos visceral.
Siempre suya
Fernanda, la Tancha, Albarrán
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