RESISTENCIA POÉTICA
Hace unas semanas, como parte de una provocación de un taller que estaba tomando, me tope con las palabras RESISTENCIA POÉTICA, y desde ese momento no he dejado de pensarlas. Siguen retumbando en mi cabeza.
Durante el 2020 la imagen que tenía de mí misma era la de estar flotando en mar a la deriva mientras me aferraba a un pedazo de madera para no ahogarme. Esa era la sensación: Dejarme llevar, pero no dejarme caer. De alguna manera: resistir.
Resistir es soportar aquello que nos duele, de la mejor manera que podamos hacerlo. Se resiste el ejercicio, se resiste un tatuaje, se resiste una pérdida, se resisten los golpes de la vida.
Hay quien piensa que es algo negativo, pues resistir es aferrarse al dolor (cualquier tipo de dolor) y ¿por qué hacerlo? Hay quien dice que resistir es sinónimo de fortaleza pues es ser lo suficientemente capaz de soportar algo.
Hace varios años me hice la idea de no resistirme demasiado ante cualquier situación. Incluso, este año puse en duda si podía resistir una carrera tan difícil como ésta. Sin embargo, al escuchar las palabras RESISTENCIA POÉTICA me percaté de que, sin darme cuenta, eso definía la forma en que yo estoy enfrentando este mundo pandémico.
Todos los que seguimos HOY en este plano terrenal hemos resistido a esta pandemia. Todos. De alguna u otra forma hemos encontrado la manera de sobrevivir a la enfermedad, a la soledad, a la crisis económica. Y aquella resistencia que hemos escogido para salir adelante, sea poética o no, es digna de ser agradecida pues nos ha sacado a flote, quizás muy a nuestro pesar.
Pero escucho RESISTENCIA POÉTICA y resueno. Resueno porque es lo que he estado haciendo todo este tiempo.
Pienso en que aquellos que hemos decido hacer arte y que permanecemos aquí a pesar de las circunstancias y en que hemos construido un frente de batalla a través de la poesía. Pienso en la RESISTENCIA POÉTICA como nuestra forma de sobrevivir. Sé que el arte no es indispensable para el mundo, pero habemos algunos para los que el arte sí es necesario.
Pienso en aquellos que necesitamos crear para resistir a este mundo. Pienso en la necesidad de expresarnos. Pienso en ti que necesitaste escribir una obra sobre todo lo que te pasó en mente, cuerpo y alma durante el encierro. Pienso en ti que nunca te habías atrevido a hacer algo relacionado con la tecnología y que terminaste dando funciones por Zoom. Pienso en todos los teatros reformando sus páginas webs y plataformas para poder seguir dando batalla. Pienso en todos los artistas que comenzamos a vender cosas para poder sobrevivir, mientras tomábamos nuestras clases de yoga, de actuación en cámara, de producción. Pienso en todos los que, a pesar de la inminencia, necesitábamos seguir creando. Resistir a partir de la resiliencia.
Claro que también he pensado en la gran terquedad que tenemos, en sí no seremos demasiado ciegos para ver la realidad, o incluso egoístas al no tomar acción ante todo lo que está pasando allá afuera. ¿O a ti no te pasó por la mente la pregunta: Para qué hago arte si esto no puede salvar al mundo? ¿Hago esto porque realmente lo amo o porque es lo que estudié o escogí y ya no hay otra opción?
La RESISTENCIA POÉTICA se construye de la terquedad, el amor y la rebeldía de permanecer y de intentar salvar la poesía ante un mundo que se está cayendo a pedazos. Utilizarla para combatir el dolor, como una forma de manifestación, de mostrar lo que nos molesta, de evocar lo bello que nos queda pero también lo que está por la mierda en esta sociedad… Porque la poesía no solo es belleza, es belleza y crudeza y sus límites son capaces de fusionarse.
Si yo no hubiera terminado de escribir mi dramaturgia, si no hubiera tomado muchos talleres, si no me hubiera vuelto a encontrar con mis manos, si no hubiera vuelto a bailar, si no le hubiera vuelto a pasar la teja a mis compañeros viéndonos a los ojos, si no hubiera subido tantas veces a mi azotea, sin todo eso no sé si hubiera resistido. Esos pequeños momentos de poesía me salvaron la vida durante este año.
Somos parte de una RESISTENCIA POÉTICA, porque la belleza se ha vuelto nuestra arma contra la crudeza de la realidad y porque al seguir haciéndola nos hemos vuelto defensores de la poesía.
Si tú te consideras alguien que resiste poéticamente, si te identificas y tienes ganas de expresar tu resistencia desde tu lenguaje artístico, sea el que sea (escrito, audiovisual, cómico, doloroso, reflexivo, performático, hablado, recitado, pintado, plástico, etcétera), aquí hay un espacio para ti. Siéntete libre de expresar lo que sientes y piensas. Construyamos juntxs una RESISTENCIA POÉTICA.
Siempre suya, Fernanda, la Tancha, Albarrán.
