Dirección y adaptación: Mauricio García Lozano
De: Alessandro Baricco
Traducción: Xavier González Rovira
Con: Benny Ibarra
¿Qué tan grande puede ser el mundo? Hay para quien puede saber de lo infinito que es sin siquiera haberlo conocido. Novecento nos habla sobre la grandeza de un pianista en el que habitaba la grandeza desde la insignificancia.
Boodman T.D. Lemon Novecento, el mejor pianista del mundo nació, vivió y murió en un barco que le dio la vuelta a todo el mundo. Nunca pisó tierra. El Virgine fue su casa y nunca necesitó conocer más allá de los camarotes para poder conocer el mundo, y más aún, para dar rienda suelta a toda la grandeza que habitaba en su ser y que se traducía en música.
La grandeza no tiene que ver con la espectacularidad, en la mayoría de sus ocasiones. Esta puede gestarse en el rincón más lejano del mundo y no necesitar ser confirmada. El mejor pianista del mundo que nunca bajó del barco en dónde fue encontrado nos habla sobre cómo la música como forma de vida puede ser una gran acompañante, pues la infinidad del mundo vive en uno mismo.
La puesta en escena juega con la simplicidad. Un banco de piano que resignifica todo aquello que sea necesario para la trama. Esto permite el dialogo escénico entre la quietud y la simpleza y el movimiento y la versatilidad lo cual aporta al ritmo y dinamismo de la obra. Como en todo monólogo, es necesario un gran manejo de los cambios escénicos que representan a los numerosos personajes y en esta ocasión es manejado con precisión.
Sin duda la cualidad más grande de la puesta en escena es el diseño sonoro que nos introduce totalmente al mundo de la grandeza musical que el compañero de Novecento narra y describe. Esto es acompañado de una iluminación y unos telones que se modifican en niveles y tonos según los cambios escénicos y atmosferas que ocurren.
Novecento, es un monologo que nos adentra a la maravilla de un mundo donde todo es música y mar. La grandeza del océano y la grandeza de la música se conjuntan y lo hacen a través de una puesta en escena dinámica, con carisma y con una dirección interesante
Escenografía: Ingrid SAC
Iluminación: Víctor Zapatero
Vestuario: Mario Marín
Composición Musical: Pablo Chemor
Concepto sónico: Mauricio García Lozano, Vico Gutiérrez y Benny Ibarra.
Martes, miércoles y jueves 8:30
Teatro Milán (Lucerna esq. Con Milán, Col. Juárez, CDMX)
Duración: 90 min.
Entrada: $500
Siempre suya
Fernanda, la Tancha, Albarrán
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