MEDEA
- Fernanda Albarrán
- 21 jun 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 26 jun 2019
Dirección: Mauricio García Lozano
Dramaturgia: Antonio Zúñiga
Elenco: Samantha Coronel, Christian Cortés, Aída López, Margarita Lozano, Gabriela Montiel, Mauricio Pimentel, Ilse Salas, Natalia Solián, Raúl Villegas.
El mito de Medea, una mujer que ,cegada por la pasión, comete actos atroces, es una historia que ha sido abordada numerosas veces y desde muchos diferentes puntos de vista. Esta Medea que se lleva a cabo dentro de la #InvasiónGriega que está sucediendo en los teatros de la Ciudad de México es una versión, escrita por el dramaturgo mexicano Antonio Zúñiga, que es traída hacia un contexto mexicano.
Medea: Una mujer fuerte, sensual y con sueños. La puta más puta, la mayor de las putas. Todo ocurre, efectivamente, en un putero en algún pueblo muy recóndito y demacrado dónde nada novedoso sucede. Medea: una mujer pasional que se deja llevar por la intensidad de sus deseos, que comete incesto y asesinato con su propio hermano con tal de cumplir sus propias metas, con tal de perseguir sus anhelos. La traición a la familia y a su patria no importa con tal de seguir su pasión: Jasón. El padrote de las putas, incluyendo a Medea. Le hace creer que es ELLA, que le dará la libertad y el poder que tanto desea, y Medea le cree ciegamente guiada por la locura del amor. Pero un día el poder es más fuerte que el supuesto amor de Jasón por Medea y él decide casarse con la hija del padrote mayor del pueblo, Creonte. Medea se queda a un lado, herida y sin resguardo, pero sutil y peligrosa como pantera, esperando atacar a Jasón con su arma más poderosa: sus hijos.
Esta Medea de Mauricio García Lozano y Antonio Zúñiga es un tratamiento de un clásico griego abordado desde una realidad mexicana. Nos habla del poder que una mujer con el corazón roto puede llegar a tener, pero también nos hablan de toda la violencia que se ejerce sobre una mujer hasta orillarla a llegar a estos lugares de obsesión, codependencia y dolor. Medea es sólo el reflejo de muchas mujeres que hacen caso a sus deseos desenfrenados hasta el punto en el que la intensidad del amor se convierte en celos y en la locura desbordada de no tener a quien se desea. Sin embargo, un gran pro que tiene esta puesta en escena es que no solamente se habla de la responsabilidad que Medea tiene al dejarse llevar por todos sus instintos pasionales, sino que también se habla el sufrimiento y el desgarre que las mujeres tan apasionadas llegan a sentir. Como mujeres en esta sociedad se nos ha inculcado la creencia sobre la necesidad de un hombre y sobre cómo se debe dejar todo a un lado por él, incluso la dignidad. Medea nos muestra las dos caras de la intensidad al amar: la incuestionable entrega qué hay ante el hombre amado y hasta dónde puede llegar el arrebato pasional.
Desde la escenografía la puesta en escena nos expone un lugar decadente y sucio que, acompañado de una música que contextualiza, nos llevan a todos los lugares de este pueblo que se evoca, como la calle, las casas, etcétera. Todo esto siendo Medea el centro de la acción, metafórica y visualmente, pues todo sucede en torno a ella. Aunque Medea puede ir y venir, salir y entrar, todo se mueve a su alrededor. La corporalidad acompaña y termina de darle un giro complejo a la escenificación, ya que se vuelve una exteriorización de lo interno que les está sucediendo a los personajes sin llegar a un lugar literal, pues el movimiento se vuelve, entonces, una forma de expresión abstracta pero clara.
Medea es una propuesta escénica de un clásico griego abordada a partir de un texto poético y crudo, con una escenificación potente y sostenida por actoralidades intensas, que, además, posee un mensaje contextual pertinente y poderoso.
Viernes 7:00 pm y 9:00 pm. Sábados 5:30 pm y 7:30 pm. Domingos 6:00 pm. Hasta el 28 de julio
Foro la gruta. Centro Cultural Helénico (Av. Revolución 1500, Col. Guadalupe Inn, CDMX)
Duración: 90 min.

Siempre suya
Fernanda, la Tancha, Albarrán
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