Compañía: Organización Secreta Teatro
Dramaturgia: Edith Ibarra
Dirección: Rocío Carrillo
Elenco: Ángeles Marín, Luz María Meza, Stefanie Izquierdo y Brisei Guerrero.
Electra y su madre, María Teresa, regresan a casa después de la operación de ojos de esta segunda. Electra se dispone a ser los ojos y manos de su madre durante su recuperación, sin embargo, la necesidad de control y la falta de confianza entre ambas nos dejarán ver muchos de los conflictos que existe en su relación.
La obra ocurre en la casa de estas dos mujeres, y sucede entre conversaciones cotidianas que nos exponen cómo entre Electra y Clitemnestra existe una relación en la que ambas se detestan pero son incapaces, al menos hasta ahora, de estar la una sin la otra.
La dramaturgia es una adaptación del mito que se acerca a una realidad más cercana a la nuestra. No son aquellas figuras griegas que podrían verse lejanas, sino dos mujeres mexicanas de clase media que pudiesen ser nuestras hermanas, abuelas, madres o vecinas. Esto muestra que aquellas grandes tragedias griegas pueden ocurrir en el hoy, repitiéndose interminablemente, siendo intrínsecas al ser humano.
Electra se encuentra siempre atormentada. De día por las exigencias insaciables de su madre y por las noches por una especie de jueces inquisitivas en forma de enfermeras, que le recuerdan todos sus errores como mujer y el abandono de su madre durante su crecimiento.
Si bien el texto aborda principalmente los conflictos que se desarrollan en la relación madre-hija, las dos figuras varoniles que aparecen son grandes detonadores de heridas en ellas. Por un lado Horacio, el hermano de Electra, es idolatrado por la madre a pesar de su ausencia, por lo que recae todo el peso del cuidado de la madre en la hija, como suele suceder frecuentemente en nuestra sociedad mexicana. Y, regresando a la esencia del mito, la figura del padre, que es incuestionable para Electra, siendo la ausencia de este uno de los muchos motivos de la mala relación con su madre, pues, para ella, siempre será culpa de su madre que él se haya ido.
La acción escénica sucede a través de dos pantallas. Cada actriz desde su casa. La simetría, coreografía y escucha entre las actrices construyen la convención teatral de que todo sucede en una misma casa aunque esto no sea así. De tal forma que la exploración fotográfica que nos muestra espacios íntimos, tanto de las actrices como de los personajes, dan vida a este drama. Si bien, la cotidianidad del texto es una dificultad para la atención del videoespectador, la propuesta fotográfica en que las actrices cambian de espacio frecuentemente y nos muestran diferentes planos y sets dan dinamismo a la escena.
La otra Electra es una obra virtual que ahonda en el tema de aquel hilo rojo que nos ata a nuestros seres queridos, pero que al mismo tiempo nos puede llegar a dañar. Este tema, específicamente centrado en las relaciones madre-hija, toma suma importancia, sobre todo en una sociedad tan parental como la mexicana. Aunado a esto se apuntala la cuestión de cómo el rol de género de la mujer tiene una gran responsabilidad como hija en nuestra sociedad, quitándole peso a la presencia de los hombres en el núcleo familiar.
Esta es una obra que expone un tema latente en nuestra actualidad y que se atreve a investigar sobre este nuevo lenguaje virtual a través de una especie de planosecuencia que dialoga entre lo teatral y lo cinematográfico.
Lunes 8:00 pm. Hasta el 2 de noviembre
Teatro La Capilla virtual: https://www.teatrolacapilla.com/otra-electra/
Boletos: $100 o $200 en Boletópolis
Duración: 70 min.
Fernanda, la Tancha, Albarrán
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