Dirección: Martín Acosta
Dramaturgia: Marianella Villa Y Servando Anacarsis Ramos
Elenco: Xóchitl Galindres, Tanya Gómez Andrade, Georgina Tábora y Nicté Valdés
La subordinación de la mujer en la sociedad mexicana es algo que existe desde hace muchísimo. Los muchos o pocos logros que la mujer ha tenido a lo largo de los últimos 70 años son producto del sufrimiento y la lucha de muchas otras mujeres que nos preceden. La herida y la flecha nos relata la historia de Rita Macedo, actriz mexicana de los años 50’s que, al mismo tiempo, podría ser la historia de cualquier mujer mexicana actual.
Rita es actriz y se rodea de todas las personalidades importantes del México de ese entonces como Octavio Paz, Luis Buñuel entre muchos otros y otras. El pensamiento feminista comienza a tomar fuerza en todo el mundo y también en México. Vemos a mujeres empoderadas que demuestran las grandes capacidades que tienen, pero al mismo tiempo las vemos luchar el doble porque deben cumplir su lugar como mujeres y madres. No solo Rita ha vivido el dolor de estar encerrada en una relación amorosa donde no es respetada y más bien se le menosprecia: Leonora Carrington, Rosario Castellanos y Elena Garro la acompañan en este viaje subconsciente hacia luchar por su libertad, aunque esta se haya significado el suicidio.
A través de un texto que hace referencia a muchas personalidades y momentos históricos se abordan temas acerca de la violencia de género que permanecen vigentes. La mujer funge como una sombra del marido que eligió, solo sirve para parir y cocinar y vive a costa de él. Tiene que cumplir con su papel de mujer, lo que hace que una deba trabajar el doble que un hombre para poder sobresalir, además de tener que soportar las lecciones que se le dan acerca de cómo debe ser. La separación es muy mal vista. La sociedad y la propia familia respaldan la subordinación que una mujer debe tener ante el marido porque así se nos ha enseñado, o al menos así ha sido por muchos años.
El texto dialoga entre lo histórico y lo performático, el antecedente y lo actual. Denuncia el dolor y golpea a través de las palabras mostrando las heridas del colectivo femenino. Esto hace un contraste interesante pues la escenificación equilibra el radicalismo que el texto posee a traves de la ligereza y la comicidad llevada a la escena.
El vestuario y los peinados respetan la época que se está abordando y acentúa los cuerpos y facciones de las mujeres en escena muy al estilo de aquellos años. Escenográficamente, casi todo sucede en una gran mesa redonda donde los personajes se sientan y dialogan. Así mismo ocupan el resto del espacio evocando diferentes lugares que forman parte de la historia, aunque el fondo semicircular cubierto por un patrón que pareciera una pintura abstracta no termina por explicarse o vincularse con todo el hecho escénico.
La herida y la flecha aborda la historia de mujeres tremendamente exitosas del siglo pasado que sufrieron mucha violencia de género y, al mismo tiempo, nos hablan de cómo el imaginario consciente de la mujer está herido desde hace muchísimo y cómo eso nos sigue afectando hoy en día. La ira del feminismo viene de un profundo dolor y es de ese mismo dolor que emanará la fuerza para la resistencia y la reivindicación.
Escenografía y vestuario: Natalia Sedano
Iluminación: Alita Escobedo
Diseño sonoro: Isay Ramírez Guillén
Viernes 8:30 pm, Domingos 6:00 pm Hasta el 21 de julio
Teatro El Milagro (Milán 24, Col. Juárez, CDMX)
Duración: 120 min.
Entrada: $150
Descuentos a estudiantes, maestros e INAPAM
Siempre suya
Fernanda, la Tancha, Albarrán
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