Dirección: Sixto Castro Santillán
Dramaturgia: Hattie Naylor
Elenco: Joan Santos
Durante la infancia todos somos vulnerables. Esto debería ser suficiente razón para que una familia nos acoja y nos cuide, pero no todos los niños tienen esa suerte. Iván y los perros es un monólogo que nos cuenta la historia de un niño que se queda desamparado pero que nos hace reflexionar acerca de cómo la familia puede venir de cualquier lado.
El ambiente familiar de Iván no es precisamente el más adecuado para la educación de un niño, la violencia, la escasez, el alcoholismo y el rechazo son una constante, tanto que en el primer momento en que Iván tiene la oportunidad de escaparse, lo hace. Un niño de cuatro años que no tiene idea de lo que es el mundo ni de cómo funciona, decide salir a la calle y encontrar una nueva familia que lo ame y lo cuide. En su camino se encuentra con peligros, con personas que también buscan sobrevivir, así como él ahora que ha decidido emprender un camino en soledad. Coincide entonces con una perra blanca que se vuelve su acompañante y su cuidadora, lo integra a su manada y, junto con los demás perros, le enseña a andar en el bosque y a arreglárselas solo.
Iván y los perros es una obra que nos habla acerca de la delicadeza y de todo lo que puede llegar a pasarle a un niño de la calle, como los conocemos aquí. Dormir entre la basura, pasar hambre, pedir limosna, comer sobras, recibir golpes y rechazos constantes… Nos muestra, entonces, la frialdad de un mundo en el que los niños tienen que ver por sí solos y donde los adultos son crueles y no importa nada más que su propio beneficio.
El texto expone la vulnerabilidad del abandono generada en un niño como Iván. La ejecución del actor que lleva a cabo y que sostiene todo este monólogo es un trabajo exhausto y sincero. El espacio está vacío, no hay escenografía y la poca utilería que hay son unos globos que nos remiten a la infancia y que, al mismo tiempo, se vuelven símbolos de ilusión y de fragilidad. La iluminación genera los distintos ambientes que suceden en esta obra de teatro, sin embargo todo el monólogo y sus requerimientos emocionales son sostenidos por un actor que, corporal y emocionalmente, nos hace ver esa fragilidad que se tiene ante el abismo y el desconocimiento.
Iván y los perros tiene unos cuantos domingos más en la capilla. Esta es su segunda temporada y esperemos que tenga muchas más funciones ya que es un trabajo digno y conmovedor.
Domingos 6:00 pm Hasta el 7 de julio
Teatro La Capilla (Madrid 13, Col. Del Carmen, Coyoacán, CDMX)
Duración: 60 min.
Siempre suya
Fernanda, la Tancha, Albarrán
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