Dramaturgia: Colectivo Salsipuedes
Dirección: Ireli Vázquez
Elenco: Paulina Arriaga y Tomás Rojas
Dédalo es padre de Ícaro, ellos son inventores. Pero Dédalo siempre está muy ocupado como para jugar con Ícaro. Un día, Dédalo inventa un juego para su hijo: van a aprender a volar. Por fin algo que disfrutarán juntos.
Las relaciones se construyen, sean cuales sean y por eso siempre es importante fomentarlas y cuidarlas. En ocasiones, las distintas dificultades de la vida obstaculizan la cercanía entre padres e hijos. ¿Qué sienten los niños cuando sus papás no tienen tiempo para ellos? ¿Y de dónde viene esa distancia que los padres toman con los hijos? A través del juego a ser inventores, El viaje del corazón aborda un tema que hace reflexionar a los padres sobre el tiempo que pasan con los hijos, así como muy probablemente les resuene a algunos niños a quienes sus papás no les dedica mucho tiempo.
La obra se lleva a cabo en el taller de inventos de Ícaro y Dédalo que se traduce en un espacio vacío lleno de banquitos, focos, dibujos entre muchas otras cosas, dejando amplitud para que el padre y el hijo jueguen a lo ancho y largo del espacio dialogando con la iluminación que los acompaña.
A partir de esta obra para niños y de muchas otras que he visto para el mismo público, me pregunto ¿Qué es lo que realmente construye al teatro para niños? De niña fui a ver muchas obras. Evidentemente no logro recordar lo suficiente como para decir eran de esta forma y yo reaccionaba de esta otra. Lo único que recuerdo son momentos visuales y si acaso, la anécdota de algunas de ellas. Creo que el teatro para niños debería preocuparse más por impactar los sentidos, por jugar con ellos y por provocarles emociones más que por hacerles entender una compleja anécdota y por intelectualizar las emociones. No estoy segura de que los niños logren comprender palabras y nombres raros, ni tampoco que capten muy bien la metáfora o la abstracción. No es por menospreciar a los niños, porque en definitiva el juego implica metáfora e imaginación, pero si hay demasiada intelectualización o abstracción en la metáfora no creo que los niños la entiendan y por ende no se relacionarán con la obra. Comenzarán a ponerse incomodos y empezarán a estar inquietos y a preguntar cosas y a poner su atención en otro lado, menos en la obra. Los niños son de los públicos más fáciles y difíciles porque demasiados sinceros con lo que están viendo. Si se están divirtiendo, lo vas a saber; si se están aburriendo, lo vas a saber. Al hacer teatro para niños hay que pensar en ellos. No porque una obra tenga como protagonista a un niño es una obra para niños, o no porque sea chistosa y didáctica es teatro para niños. Hacia allá va esta reflexión ¿Cómo funciona mejor el teatro para niños?
El viaje del corazón parte de un mito muy conocido pero se convierte en una historia que profundiza en las relaciones entre padres e hijos al mismo tiempo que utiliza el tema de las invenciones para divertir y asombrar a los niños. Creo que en ocasiones falta un poco de juego o acción en la escena para terminar de aclarar lo que sucede, sin embargo aborda un tema importante de manera ingeniosa.
Espacio, objetos e iluminación: Raúl Mendoza
Diseño sonoro y música: Alina Maldonado
Pinturas, dibujos y diseño de alas: Eduardo Rojas
Acuarela: Pilar Hinojosa
Diapositivas: Ireli Vázquez
Sábados y domingos 1:00 pm. Hasta el 12 de abril
Foro La gruta, Centro Cultural Helénico (Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn, CDMX)
Duración: 60 min.
Siempre suya
Fernanda, la Tancha, Albarrán
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