Dirección: Fernando Reyes
Dramaturgia: John Pielmeir, basada en el texto de William Peter Blatty.
Elenco: Ana Ciocchetti / Cynthia Klitbo, Diego de Erice, José Alberto Gallardo, Adonay Guadarrama, Alejandro Herrera, Guillermo Jair, Sergio Kleiner, Patty Larrañaga, Paola Meixueiro, Juan Manuel Pernas, Ricardo Silva.
El cine de terror puede llegar a ser interesante y entretenedor debido a los recursos efectistas que funcionan bastante bien en su público. Sin embargo, en tanto que el teatro es un lenguaje totalmente diferente, tratar de reproducir los efectos del cine puede no funcionar muy bien. El exorcista en su versión teatral intenta acercarse a lo que aquella película tan famosa de 1973 logró.
Regan es hija de una famosa actriz de cine, razón por la que cambian constantemente de casa. Regan pasa mucho tiempo en soledad y en este nuevo hogar se encuentra con una ouija e, inocentemente, decide jugar con ella abriendo puertas a energías que no podrá controlar. El comportamiento extraño que la niña comienza a tener podría relacionarse con la transición hacia la pubertad, sin embargo todos los exámenes médicos no arrojan ningún resultado que solucione la locura que la está invadiendo. La madre de Regan, Chris, hablará con el padre Carras quien comprobará que es necesario un exorcismo para salvar a la niña.
La puesta en escena de El exorcista es una reproducción fiel de la película, sin embargo los efectos a los que recurre no alcanzan a ser lo suficientemente realistas como para que el público pueda realmente sentir miedo. El teatro de terror es un reto difícil y tratar de hacerlo a partir de un lenguaje cinematográfico donde todo es literal no favorece a la intención de generar miedo o suspenso, pues, afortunada o desafortunadamente, la literalidad de imágenes que el cine posee, en el teatro solo aplana la puesta en escena.
La dirección escénica tiene carencias grandes que no favorecen tampoco a la obra en general, pues las reacciones de miedo están infundamentadas y pareciera que surgen de la nada, además de no proponer un trazo escénico interesante que se ve afectado por la literalidad de la escenografía. No hay una propuesta de adaptación a la historia, además de intentar acercarlo a un contexto mexicano a través de groserías, lo que hace lenta la trama, pues se explican las relaciones entre los personajes y los conflictos a resolver y aun así se le sigue dando vueltas al mismo asunto sin llegar a un lugar en concreto.
La escenografía, como ya se mencionó, es tridimensionalmente realista, sin embargo, en su intento por ser fiel a lo real se vuelve literal. La iluminación tiene una propuesta interesante, sin embargo los oscuros, indispensables para los numerosos cambios de escenografía que tienen, no funcionan, dejándonos ver los cambios de esta misma y las transiciones de los actores. Los efectos de sonido, que son la gran apuesta de los efectos especiales para generar miedo funcionan solo en algunas ocasiones. El terror, en cualquier lenguaje que se maneje requiere de un manejo impecable de efectos especiales y este no es el caso.
El exorcista tiene una propuesta escénica convencional que intenta reproducir los efectos de terror de la famosa película de principios de los años 70´s. Sin embargo, la literalidad y la poca innovación se apoderan de esta intención de hacer teatro de terror.
Jueves y viernes 8:30 pm, sábados 6:00 pm y 8:30 pm, domingo 5:30 pm
Teatro Ramiro Jiménez (Av. División del Norte 2545, Col. Del Carmen, Coyoacán, CDMX)
Duración: 150 min.
Entrada: $900, $700 y $500
Siempre suya
Fernanda, la Tancha, Albarrán
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