Creación y dirección: Colectivo Berenjena
Dirección de actores: Xochitl Galindres
Elenco: Verónica Bravo y Eduardo Orozco
La presión social que la idea del éxito ejerce sobre una persona puede llegar a ser demasiada. Asatia nos muestra una historia que refleja cómo, al adentrarnos en la insatisfacción del deber ser, podemos olvidar lo que amamos y quienes somos.
Paula es una joven y exitosa chelista que dedica cada minuto de su vida a su profesión: el rigor y la perfección lo son todo para poder alcanzar sus metas. Cuando conoce a Matías y se enamora de él, sale de su ensimismamiento en el que solo existen ella y su cello y se da cuenta de la insatisfacción constante que la abruma y la persigue. Sin embargo, el camino la pone entre elegir el amor de Matías o seguir creciendo profesionalmente.
Constantemente nos comparamos con el éxito de los demás. Es el parámetro para evaluarnos a nosotros mismos. Vivimos en una constante marea que nos exige ser perfectos y aunque logremos lo que nos proponemos, nunca es suficiente. No somos lo que logramos y trabajar todo el tiempo no es vivir, aunque lleguemos a pensar que es así. El sistema capitalista en el que vivimos ha sembrado en nosotros la imposibilidad de la satisfacción, siempre queremos algo más. Nunca sentirnos completos no hace más que sembrar en nosotros un vacío interminable. Ser demasiado riguroso con uno mismo para cumplir con lo que se DEBE ser implica sacrificar cosas.
El texto plantea que es un escritor quien está contando la historia de Paula, sin embargo este recurso dramático no cae en la narraturgia pues Paula, nuestro personaje principal, es el eje de la acción, mientras que el escritor juega escénicamente a ser todos los personajes con los que se relaciona. El espacio escénico está casi vacío, tiene solo lo elemental. Evoca una casa, la de Paula, y tiene tan pocos elementos (un sillón y unas sillas) que se puede convertir en el lugar que la historia necesite. Esta posibilidad de un espacio transformable nos muestra como todo se evoca con las palabras y cómo la acción construye la escena, a partir de sonidos, gestos, cuerpos, y potencializa la convención teatral de la imaginación. Todo recae sobre los actores, quienes sostienen con sus posibilidades evocativas, accionales y emocionales la obra completa.
Asatia se acerca a la vida juvenil a través de sus problemáticas profesionales y sociales, pero también lo hace a partir de la identificación con películas y personajes que forman parte del inconsciente colectivo de nuestra generación. Aunque se acerca a una realidad muy cercana de los actuales jóvenes adultos, aborda un tema importante para cualquier ser humano: el vacío que existe en el estigma del tener que ser. Esta es su última temporada, después de una larga trayectoria en distintos teatros de esta ciudad, por lo que les recomendamos que hagan un gran esfuerzo por verla, pues es un trabajo que se acerca a un problema cotidiano y actual de manera creativa y vulnerable.
Diseño: Natalia Sedano y Salmah Beydoun
Sábado 28 7:00 pm
Domingo 29 6:00 pm
Jueves 3 y viernes 4 6:00 y 8:00 pm
Jueves 10 y viernes 11 8:00 pm
Sábado 12 7:00 pm
Domingo 13 6:00 pm
Hasta el 13 de octubre
Teatro El Granero. Centro Cultural del Bosque (Paseo de la Reforma y Campo Marte, Col. Chapultepec Polanco, CDMX)
Duración: 90 min.
Entrada: $150
Descuentos a estudiantes, maestros e INAPAM. $45 con Gente de Teatro. Jueves de $30
Siempre suya
Fernanda, la Tancha, Albarrán
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