Dirección: Martín Acosta
Dramaturgia: David Gaitán y Sara Pinedo
Elenco: Ramón Hernández Lara, Joshua Okamoto, Ricardo Rodríguez y Emmanuel Varela.
Los años 70´s y 80´s fueron importantes para los movimientos homosexuales en México. En 1978 marchó por primera vez en la historia de nuestro país un contingente homosexual y 41 detonaciones contra la puerta de un closet aborda todo lo implicado en dicho movimiento.
El movimiento homosexual en México busca hacerse ver de alguna manera y planean hacerlo durante la marcha por la conmemoración de los 10 años de la matanza de Tlatelolco. Las peleas internas, los referentes externos que influenciaron este movimiento, las represiones homofóbicas y los puntos de vista de la prensa y las familias conforman la trama.
La obra aborda un momento histórico sobre el movimiento homosexual en nuestro país. Se tocan temas como los estigmas hacia los hombres homosexuales, así como los juicios que surgen entre ellos mismos. Se expone la violencia y las amenazas que se sufrían en ese entonces (y puede ser que todavía) y que hacían que, aunque estuviera supuestamente aceptada la homosexualidad, aun nadie quisiera salir del closet y existieran rechazos de tipo familiar, profesional y social ante la preferencia sexual. Si bien, la homosexualidad era medianamente tolerada, el amaneramiento y el travestismo eran inaceptables y hasta objeto de humillación.
El texto es un tanto expositivo y se queda en lo histórico pues no profundiza en la historia de alguno de los personajes ni en su sentir, sino que expone muchos aspectos de todo lo que los homosexuales en general vivían y sentían. Las referencias históricas, aunque construyen el contexto social y moral que se vivía en ese entonces, son difíciles de retener lo cual crea cierta monotonía en el texto, por lo tanto la escenificación se queda en lo realista y en lo demostrativo.
Visualmente se construyen momentos estéticamente interesantes. La escenografía está construida por una mesa y sillas donde las reuniones se gestan, además de utilizar elementos que hacen referencia a la época como proyectores y acuarelas, además de vestuarios coloridos y pantalones acampanados. El fondo utilizado que tiene una pintura abstracta no termina por hacerse entender.
Esta obra hace conjunción con La herida y la flecha. Ambas dirigidas por Martín Acosta. 41 detonaciones abordan los movimientos homosexuales en México, La herida y la flecha el feminismo en México: La visión masculina y la visión femenina de la revolución sexual, como podríamos llamarla. Ambas obras están situadas en años muy cercanos y ambos temas son tremendamente pertinentes hoy. Comparten la misma escenografía incluso. Sin embargo, creo que un gran acierto que La herida y la flecha tiene es que vincula lo histórico con las dolorosas implicaciones que siguen afectándonos actualmente, lo cual permite la conexión del espectador con la obra. En cambio, 41 detonaciones…, aunque también aborda históricamente un movimiento social, es tratado desde un lugar más expositivo que hace que se vuelva solo una obra histórica y no alcanza a ser una remembranza de lo doloroso que ha sido salir de la represión.
41 detonaciones contra la puerta de un closet es, entonces, una puesta en escena que rememora históricamente el movimiento homosexual del año 1978 y que expone algunas de las implicaciones que dicho movimiento tuvo.
Escenografía y vestuario: Natalia Sedano
Iluminación: Alita Escobedo
Diseño sonoro: Isay Ramírez Guillén
Jueves 8:30 pm y sábados 7:00 pm Hasta el 20 de julio
Teatro El Milagro (Milán 24, Col. Juárez, CDMX)
Duración: 105 min.
Entrada: $150
Descuentos: Estudiantes, maestros e INAPAM
Siempre suya
Fernanda, la Tancha, Albarrán
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